Por: Blogs ELPAIS.com

Por Blanca López Arangüena

La diputada Safak Pavey en el Parlamento de Ankara. Burhan Ozbilici /APPoco a poco, lasmujeres turcasacceden a los escaños del Parlamento. Tras las elecciones de junio son 78 en los 550 escaños de la Asamblea, el mayor número en la historia de la República. Y en menos de una semana ya han empezado a cambiar las cosas, comenzando por ellas mismas. Hasta la semana pasada, la normativa del Parlamento contemplaba al detalle su vestimenta: chaqueta, camisa y falda hasta la rodilla. Nuncapantalón. ¿Puede una diputada llevar esta prenda en el hemiciclo? Esta pregunta fue, junto a la incursión en las montañas de Irán, los dos temas con los que se abrió el otoño político turco.

La propuesta la lanzaron dos diputadas del AKP, partido conservador que gobierna Turquía. Pero la protagonista, la cara visible del asunto, se encontraba en las filas del partido socialdemócrata CHP. Su nombre esSafak Pavey, una joven política de 33 años que camina con una pierna ortopédica tras caer en las vías del tren de Zurich (Suiza), hace 14 años. Su paseo hasta el escaño durante la jura de la Constitución, dejó claro que el decoro de la Asamblea podía, en este caso, verse perjudicado por su falda. Puestos a aceptar cambios, sus señorías creyeron tambien conveniente remplazar el término “señoras” por el más moderno “mujeres”.

Las normas del Parlamento están codificadas de acuerdo a la idea que el fundador de la República, Mustafa Kemal Atarturk, tenía de un país moderno. Por eso la vestimenta -a la europea- con traje de chaqueta, es una de las obligaciones de los representantes públicos. El velo, por supuesto, está vetado y las mujeres deben ir con la cabeza descubierta en todas las instituciones públicas.